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Optimizando la Sustentabilidad en el Retail: Abordando las Pérdidas de Desperdicios y Alimentos (PDA).

En la industria del retail, uno de los desafíos más apremiantes y relevantes en la actualidad es la gestión de las Pérdidas de Desperdicios y Alimentos (PDA). Este fenómeno abarca desde la producción agrícola hasta el consumo final, representando una problemática multidimensional con impactos ambientales, sociales y económicos. En este artículo, exploraremos a fondo las PDA y su conexión con la sostenibilidad en el contexto del retail.

Pérdidas y Desperdicios de Alimentos: Definición y Alcance.

Las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA) se refieren a la reducción de la cantidad o calidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro alimentario. Las pérdidas ocurren en las etapas iniciales, desde la producción hasta el nivel minorista, mientras que el desperdicio tiene lugar en la venta al por menor y el consumo, abarcando tanto entornos domésticos como servicios gastronómicos públicos o privados.

Las PDA y la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible

Las PDA han captado la atención global, siendo un punto central en la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible. La meta 12.3 del ODS 12 destaca la necesidad de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, así como disminuir las pérdidas en la cadena de producción y suministro. Este enfoque no solo busca eficiencia económica, sino también beneficios ambientales y sociales.

El Impacto Ambiental de las PDA.

La relación entre las PDA y el medio ambiente es innegable. La producción de alimentos no consumidos implica el uso ineficiente de recursos vitales como agua, energía, tierra agrícola y más. Aproximadamente el 21% del agua dulce se destina a la producción de alimentos que nunca serán consumidos. Además, las PDA contribuyen al cambio climático, representando entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Abordar las PDA no solo mitigaría el cambio climático, sino que también reduciría la presión sobre los recursos naturales y disminuiría la generación de residuos, con impactos positivos en la calidad del suelo y del agua.

Dimensión Social: Hambre e Inseguridad Alimentaria.

Las PDA no solo afectan al medio ambiente, sino que también tienen consecuencias sociales significativas. En un mundo donde millones padecen hambre e inseguridad alimentaria, reducir las PDA es esencial. En 2020, entre 720 y 811 millones de personas padecieron hambre, y la inseguridad alimentaria afectó a casi una de cada tres personas a nivel mundial.

La reducción de las PDA puede aumentar la oferta de alimentos de calidad nutricional, impactando positivamente en la lucha contra el hambre y mejorando la seguridad alimentaria, contribuyendo al logro del ODS 2: Hambre Cero para 2030.

Dimensión Económica: Beneficios para Empresas y Hogares.

Desde una perspectiva económica, abordar las PDA conlleva beneficios significativos. En la cadena agroalimentaria, la reducción de las PDA puede aumentar la productividad y regularidad en la producción, generando mayores volúmenes de alimentos disponibles para su comercialización. Para los hogares, una mejor planificación de compras reduce los costos asociados y minimiza el desperdicio de alimentos.

La acción sobre las PDA, por lo tanto, contribuye a los tres pilares del desarrollo sostenible: social, ambiental y económico.

Estadísticas Impactantes: Cuántos Alimentos se Pierden.

Aunque estimar la cantidad total de alimentos perdidos o desperdiciados a nivel global es complejo, las cifras son impactantes. En 2016, el 14% de los alimentos producidos se perdieron hasta el nivel minorista. En 2019, el 17% de la producción mundial se desperdició en los niveles de venta al por menor y consumo. En resumen, alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos a nivel global se pierden o desperdician a lo largo de la cadena de suministro alimentaria.

En el sector del retail, las Pérdidas de Desperdicios y Alimentos son un desafío urgente y complejo. Sin embargo, abordar este problema no solo es esencial desde una perspectiva ética, sino que también brinda beneficios ambientales, sociales y económicos tangibles.

La implementación de prácticas sostenibles en la producción, distribución y consumo de alimentos es clave. Desde la optimización de procesos hasta la educación del consumidor, cada acción cuenta. Cumplir con la meta 12.3 del ODS 12 es un compromiso que no solo beneficia a las empresas del retail, sino que también contribuye a construir un mundo más sostenible y equitativo para las generaciones futuras. ¡Actuemos juntos para reducir las Pérdidas de Desperdicios y Alimentos y construir un futuro más sustentable!.

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